Aunque por lo general se hable en términos generales de productividad casi fordista, en Internet, no se ofrece un producto sino un servicio. Los servicios se adaptan a los distintos perfiles de clientes. Cada cliente online escoge, a través de su suscripción al RSS, qué servicio le interesa. Si comparamos este modelo con el de la prensa, por ejemplo, tiene poco que ver. Un diario se hace con la idea en mente de un lector o lectores tipo. Se sabe cuánto se compra, pero no con precisión qué secciones, artículos o espacios se leen más.
Con la sindicación, el lector elige sólo aquello que quiere leer y obvia el resto. Muchos se convierten en lectores de sólo una porción del producto. Puede que ya ocurriera con el diario impreso, en el que muchos lectores pasan en bloques secciones enteras. Hay quien no lee deportes. Hay quien ignora la economía.
lunes, 6 de julio de 2009
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